BAJO LETRA MUERTA
La geografía de los cementerios municipales

El Cementerio General de Santiago no tiene autorización sanitaria para funcionar según la actual legislación. Este es uno de los 181 cementerios municipales que hoy no podrían operar según el actual Reglamento de Cementerios. Además 147 de los 273 camposantos administrados por municipios están colapsados o al límite de su capacidad de sepultación. Esta investigación contactó exitosamente a 261 establecimientos generales.

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Una nómina para cementerios

No existe una base datos oficial sobre camposantos en Chile. En esta investigación se localizaron 1.145 cementerios, que se dividen entre los administrados por municipalidades y por instituciones privadas. En éstos últimos se cuentan juntas de vecinos, la Iglesia Católica, comunidades indígenas y empresas que entregan servicios de sepultación.

Del total 273 son cementerios municipales que representan cerca de un cuarto del universo disponible, quienes exclusivamente reciben recursos de los gobiernos locales. Además son los únicos que deben tener un 30% de disposición para beneficio social, los cuales se hacen efectivos a través de la Asignación por muerte. Recurso que asegura el entierro a personas en casos de vulnerabilidad.


Distribución de cementerios por privados y municipales por región

A lo largo del país se encuentran varios tipos de privados: cementerios administrados por empresas, por iglesias, por comunidades locales (vecinos) o cementerios indígenas, a continuación se muestra la cantidad en conjunto de estos cementerios contrastados con el número de cementerios administrados por la municipalidad. Es destacable que en la zona sur se encuentra el mayor número de cementerios indígenas del país.


Todos los cementerios son regulados por el Código Sanitario y por el Reglamento General de Cementerios creado mediante decreto en 1970. Este último estipula los requisitos para que un cementerio pueda ser aprobado para funcionar por la autoridad sanitaria zonal correspondiente, trabajo que hoy recae en las Seremis de Salud de cada región.

Pero esto no siempre fue así. La antigüedad de los cementerios y la modernización de las instituciones que regulaban a los camposantos produjo que los antiguos quedaran en condiciones desiguales respecto de los más recientes. Este es el caso del emblemático Cementerio General de Chile, fundado en 1821 por Bernardo O’Higgins, que no se encuentra en la lista de autorizados según información entregada mediante ley de transparencia por la Seremi de Salud de Santiago.

Cementerios Municipales por comuna

Regiones de Chile con los cementerios municipales. Al hacer click puedes elegir la región y descubrir cuáles son los recintos mortuorios municipales haciendo click en cada comuna.

Cementerio Colina
Cementerio Municipal de Colina

El poder administrativo de una necrópolis

A nivel nacional no hay una interpretación unificada sobre cómo debe funcionar un cementerio municipal. Los vacíos del reglamento permiten que cada gobierno local distribuya la organización a su antojo, por ende, puede estar sujeto al Departamento de Obras, Aseo y Ornato, Salud, Bienes Traspasados o Finanzas. En algunas comunas en más de una unidad. Hay casos donde incluso no hay un encargado oficial, sino que un funcionario dentro de sus labores tiene incluida la gestión de un camposanto

El administrador del Cementerio General de Los Ángeles, Alfonso Arriagada, explica que hay muy pocos datos sobre los camposantos “el ministerio (salud) como gobierno no está pendiente de la administración que lleva la municipalidad”. Los registros en muchos casos están perdidos o en desorden.

Topografía en diferentes dimensiones


Sin resolución sanitaria al día

Según los datos recolectados vía ley de transparencia y entrevistas a administradores 181 de los 273 camposantos municipales no cuentan con autorización sanitaria. Cementerios como el General de Concepción, el Municipal de Coquimbo, el N° 1 de Iquique, el N° 1 y 2 de Valparaíso, el N° 1 y 2 de Rancagua y el Cementerio General de Temuco forman parte de la nómina.

Los nueve cementerios municipales de la región de O’Higgins no cuentan con resolución sanitaria. Mientras que el Bío Bío tiene 51 establecimientos sin la normativa al día, lo que corresponde al 82%. Estas diferencias se producen porque la distribución de camposantos administrados por municipios es desigual a nivel nacional. Arica y Parinacota sólo cuenta con dos recintos mortuorios no privados.

Esta situación se debe a que hasta 1982 existían los cementerios privados y públicos, pero dentro de estos últimos estaban los administrados por el Estado o generales y por los municipios. Ese año se dicta la ley 18.096 que traspasó todos lo camposantos pertenecientes al Estado a los gobiernos locales.

En primera instancia desde 1952 hasta 1979 la fiscalización recayó en el Servicio Nacional de Salud que velaba por el cumplimiento del reglamento de 1932 y, después por el Reglamento General de Cementerios de 1970. Después de 1979 la inspección pasó a ser facultad de los Servicios de Salud regionales y del Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (SESMA) en la capital. Finalmente, en 2004 el DFL 2.763 creó las Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMI) de Salud que hasta hoy son las responsables de verificar sanitariamente a los establecimientos.

Al no tener autorización sanitaria los cementerios no deberían funcionar o al menos iniciar procesos de regularización para adecuarse al reglamento y así asegurar su sanidad. Pero en la mayoría de los casos, esto no ocurre por falta de iniciativa de los organismos fiscalizadores y por disposiciones legales que se alejan de la realidad, que no permiten que muchos recintos se ajusten a estas.

No obstante, hay recintos que tratan de cumplir la normativa vigente. Un ejemplo es la región de Antofagasta que inició un proceso de regularización. La encargada de traslados y exhumaciones de la Seremi de Antofagasta, Verónica Aguirre, explicó que producto de la antigüedad de los cementerios éstos nunca tuvieron el permiso. En 2017 el Municipal de Antofagasta logró conseguirlo, mientras que el Nº 2 y Nº3 de Tocopilla obtuvieron el 22 de junio de 2018 la licencia para funcionar.

Colapso en cementerios

En Chile la mayoría de los cementerios municipales fueron creados antes de que hubiera fiscalización sanitaria. Actualmente estas instituciones peligran constantemente con el colapso del número de tumbas, problema que se intenta revertir año a año a través de reducciones de cadáveres. Según los datos recolectados 147 de los 273 recintos mortuorios no tienen más de cinco años de vida útil.

Arriagada explica que el colapso de cementerios es un tema recurrente a nivel nacional, el cual debe ser planificado con anticipación para poder extender la duración de los camposantos. No poder enterrar es “una multa sanitaria espantosa”. Quienes dirigen camposantos lidian constantemente con la amenaza de quedar saturados, razón por la cual han usado el costado de las calles internas para enterrar. El cementerio Municipal de Puchuncaví dispuso de los bordes para crear más espacios mortuorios, por lo que se estrecharon los pasos al interior.

Otra explicación del colapso es producto de la falta de registros sobre la cantidad de muertos. Antiguamente la nómina de fallecidos se hacía a mano o simplemente no existía. Las denuncias más frecuentes es la exhumación de cuerpos sin aviso de las familias. El fiscalizador de la Seremi de Santiago Alex Guajardo, indicó que “están penalizadas éste tipo de prácticas”.

Problemas de expansión

Ante la alerta los municipios han maniobrado estrategias de expansión hacia terrenos colindantes o reestructurando edificaciones internas. Situación que se complicó por la urbanización de las ciudades en el entorno de los cementerios y por la escasez de recursos municipales para adquirir nuevos terrenos.

El administrador de los cementerios N°1 y N°3 de Iquique, Silvio Cruzat, indica que actualmente el primero sólo hay entierro en mausoleos, es decir, edificaciones familiares antiguas y los nichos ya no están a la venta. Mientras que el segundo está en un 90% de su capacidad. Aunque “hay un espacio donde se hará un pabellón, es necesario hacer un nuevo cementerio”.

La expansión está relacionada al manejo de cada administrador para estirar en lo más posible la vida de un cementerio. La falta de espacio ha derivado en malas prácticas como la reventa de nichos detectado por los encargados. Este es el caso del Cementerio Municipal de Lautaro, en donde un depósito que costaba $100.000 con los años fue revendido en $4.000.000. La misma situación ocurrió en Tomé y otras localidades.

La falta de planificación urbana complicó el estado de los camposantos, ya que éstos estaban ubicados en un principio fuera de las ciudades. Pero en la actualidad las poblaciones han rodeado a muchos de ellos, siendo un problema para los vecinos quienes no quieren vivir en las cercanías de éstos recintos.

Un riesgo medioambiental

Hay zonas donde los cementerios no fueron creados para soportar las condiciones geográficas, lo que afecta su funcionamiento. Este es el caso del cementerio de Tierra Amarilla, que se inunda cuando llueve por la falta de drenajes, lo que genera barro y deterioro de las tumbas.

Un caso similar es el Cementerio Cerrillos de Tamaya ubicado en Ovalle, que tiene más de cien años de antigüedad. Su construcción no soporta las lluvias porque está edificado al borde de una quebrada, situación que antecede a la ley de 1970 que prohíbe estos establecimientos cerca de afluentes.

Por otra parte, camposantos en la Araucanía como los de Los Sauces, Huiscapi en Loncoche o San Miguel de Itata en Yungay, entre otros, están sobre napas subterráneas, situación que provoca filtraciones que dejan inutilizable parte del terreno de sepultación. Incluso el cementerio de San Miguel de Itata debió ser clausurado por la autoridad sanitaria y quedó en mantención sólo para visita.

¿Cuáles son los cementerios con más problemas?

A nivel nacional hay 75 cementerios con dos alertas, dónde 22 combinan expansión y falta de resolución sanitaria. Mientras que 81 tienen tres problemas, siendo la dimensión ambiental la menos frecuente. En Chile se encontraron 17 en estado crítico, con problemas de cupo, sin resolución sanitaria ni posibilidades de compra de terreno, además de estar en zonas de riesgo.

El actual Reglamento de Cementerios tiene vacíos que hacen que las administraciones municipales tomen decisiones desde su propia interpretación, ignorando las disposiciones vigentes. Además, el Ministerio de Salud no cuenta con una nómina de los recintos a nivel nacional, los cuales son los únicos capacitados para otorgar el beneficio de Asignación por muerte del Estado.

Los cementerios son terrenos creados para el depósito de los muertos, los cuales deben cumplir con los requisitos mínimos de sanidad para evitar riesgos para la población. Tener autorización sanitaria acredita el funcionamiento de los recintos, pero muchos de los establecimientos municipales operan sin contar con ella. Esto se debe a que las Seremis no aplican el reglamento.

Actualmente el costo de entierro mínimo es de $400.000 en un cementerio general, mientras que uno privado parte del millón de pesos. El cobro por la mantención de estos establecimientos debe asegurar su proyección al futuro, arista que en la actualidad no se está cumpliendo.

Explora los cementerios y sus alertas

Cada esfera representa un cementerio. Al pasar por encima podrás ver los datos de su ubicación y el tipo de alarma que presenta.

Leyenda:
No tiene alertas
Tiene 1 alertas
Tiene 2 alertas
Tiene 3 alertas
Tiene 4 alertas

Metodología

Esta investigación se realizó en el curso de Taller de Periodismo Avanzado de la Facultad de Comunicaciones en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Los autores de este producto periodístico son Magdalena Espinosa, Jaime Flores y Katherine Páez Ramos con el apoyo del profesor Juan José Lyon.

Se cruzó la información de tres fuentes. Primero la nómina de cementerios en Chile de Familysearch.org; segundo, un registro manual de 182 comunas a las que se llamó para consultar por la cantidad recintos y su administración, privada o municipal. Y finalmente los listados de camposantos autorizados entregados por el Ministerio de Salud vía ley de Transparencia. El total arrojó la cuenta de 1.145 cementerios a nivel nacional y 273 de carácter municipal.

El siguiente paso fue contactar a los encargados de la administración de cada uno de los 273 establecimientos municipales a los que se les consultó sobre el estado de ocupación actual, las posibilidades de expansión, si contaban o no con autorización sanitaria y por la existencia de algún riesgo medio ambiental que pudiese afectar a los cementerios. Los datos recabados con éxito corresponden a 261 recintos mortuorios, mientras que los 12 restantes aún no entregan la información.